Del invierno al verano sin pasar por la primavera

Del invierno al verano sin pasar por la primavera

Una estación invernal abundante en agua y nieve ha dado paso a 25 grados en el mes de abril

¿Y dónde está la primavera? Parece que ya llega con temperaturas suaves que no superan los veinte grados, pero se ha hecho esperar. El verano le ha robado una semana con el termómetro hasta los 25ºC, que ha servido para que las nieves de siete días antes y la lluvia que aguó la Semana Santa y las primeras semanas de marzo parezcan más lejanas. Este invierno ha sido abundante, histórico, en precipitación, que ha desbordado cauces, llenado pantanos, saturado la tierra de los campos, ocasionando derrumbes en terrenos e incluso temblores de tierra.

El embalse de Alloz alcanzó hace unos días el 85% de su capacidad 

El nivel y el caudal del Ega ofrecen datos sobre la precipitación que llegó a desbordarlo en varias ocasiones este invierno. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en lo que va de este mes de abril, se alcanzó un nivel máximo de 2,42 m el día martes 2, con 81,52 m3/s. La media del mes está siendo de 1,67 metros y 39,74 m3/s. En marzo, fue el día 30 cuando el Ega lograba la altura máxima del mes, los 3,08 metros y los 121,94 m3/s. El mínimo se situaba el día 1 de marzo con 1,34 metros y 27,67 m3/s. La media quedaba en 1,08 metros de altura y 51,56 m3/s. 

Si se comparan estas estadísticas con las del año pasado la diferencia es notable. En 2012 los datos más llamativos los ofrecía el Ega el 29 de noviembre con un nivel de 2,07 metros y 61 m3/s. La media del año se situaba en 0,85 metros y 6,92 m3/s. El día que con más agua bajó el río en 2012 presentó un metro menos que la que se alcanzó el pasado 30 de marzo. 

El agua ha llenado también los pantanos. Los embalses navarros han alcanzado el 85%. Destaca el pantano de Yesa que logró doblar la cantidad de agua que acumuló el año pasado en las mismas fechas. En Tierra Estella, el embalse de Alloz superaba el 85% el viernes 5 de abril, según datos de embalses de la CHE. El miércoles 17, la jornada previa al cierre de esta revista, el volumen ya había descendido hasta el 79%, con 52,55 hm3, un 4,24% menos que la semana anterior. Como dato importante para establecer comparaciones, hace un año, el pantano de Alloz acumulaba 37,44 hm3.

El principal perjudicado de un invierno pasado por agua es la tierra. El agua ha impedido en muchos casos el trabajo habitual en los campos y la campaña del espárrago viene tarde y escasa. 

El rincón del Agua Salada contribuye a dar nombre a Estella. El manantial ha sido protagonista en el último año, cuando dejó de liberar agua y hace unas semanas cuando volvió a recuperarse. Fue la primavera pasada, cuando la sequía impidió que el preciado líquido, con temperatura constante de 17 grados, dejara de llenar la poza y la piscina adyacente. Después de todo el verano y otoño seco, las lluvias han vuelto a cargar el manantial. 

María Napal, presidenta del Grupo de Espeleología de Tierra Estella explicó que lo sucedido era algo de esperar. “Cuando dejó de manar se hablaba de muchas cosas, como de una grieta que hubiera desviado el caudal, pero nosotros pensamos que sería la sequía. Al llover se ha recuperado el nivel freático. Hacía falta la lluvia y es una buena noticia que un lugar tan emblemático para Estella, con tantos usuarios, se haya recuperado”. No es la primera vez que el manantial del Agua Salada se seca. La última vez ocurrió en 2009 y también con anterioridad. 

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