Cerveza charra con corazón estellica

“Yo me considero muy estellica. Vengo todo lo que puedo a casa y fuera siempre estoy hablando de Estella. En mis conversaciones Estella siempre es lo mejor”, confiesa la residente en Salamanca desde hace 22 años. Con 17 dejaba la ciudad del Ega y se trasladaba a la ciudad castellana para estudiar Psicología, lo que le ha permitido especializarse en al área de Recursos Humanos durante estos años hasta decidir dedicarse en exclusiva al mundo de la cerveza. “Mi marido, que es el maestro cervecero, y yo llevábamos tiempo haciendo cerveza en casa, como una afición, para la cuadrilla y la familia. Surtíamos de cerveza las reuniones. La gente nos animó a que nos lo montáramos en serio, y el pasado mes de agosto nos lanzamos”, explica Nuin.  

Se decidieron, alquilaron una nave, la adecuaron a la normativa, hicieron ellos mismos la obra para minimizar gastos y se lanzaron con una producción artesanal de 3.000 litros al mes, con una previsión de 36.000 litros anuales. Los inicios no son fáciles, pero la empresa marcha paso a paso, saltando las fronteras de las provincias de Salamanca y de Navarra para llegar a otros lugares como Madrid, Barcelona, La Rioja, Burgos, Valladolid o Palencia. “En Salamanca distribuimos en más de cuarenta bares y en Estella ahora la sirven el Zulobero y el Berri. Es más fácil empezar donde te conocen, pero estamos muy contentos, la cerveza gusta y estamos presentes ya en muchos sitios”. 

Con tres estilos diferentes –weissbier 70% trigo, American Pale Ale o rubia y Brown Ale o tostada- la cerveza Bizarra se presenta como un producto artesanal, sin extractos, sin filtrar ni pasteurizar, y con una personalidad contundente, explica Nuin. “Ponemos mucho esfuerzo para que tenga calidad y sabor y para que apetezca tomarla porque aporta algo distinto. Quien quiera tomar una cerveza especial no tiene porqué irse a una de importación”. Así que, como su nombre indica, una cerveza muy bizarra.