ASOCIACIONES – Taller de teatro Blanca Cañas – Nueva etapa sobre el escenario

El taller Blanca Cañas se creaba hace unos diez años gracias al impulso del área de la Mujer del Ayuntamiento de Estella. Daba sus primeros pasos como una de las tantas y variadas actividades que organiza la comisión durante el año. En sus primeros momentos lo integraba un grupo reducido de actrices que se reunían para desarrollar una afición y para familiarizarse con una disciplina que ofrece muchas ventajas; entre otras, vencer la inseguridad y el miedo a hablar delante del público.

Las dificultades para encontrar un profesor que guiara el grupo llevaron a que en 2012 la actividad se paralizara. Desde el pasado mes de septiembre, el taller Blanca Cañas cobraba vida y arte de nuevo gracias a la dirección de Jose Miguel Subiza.

A Subiza le sobran tablas. Músico de profesión –fue uno de los fundadores del grupo que marcó una época, ‘La Década Prodigiosa’ -grupo representante de España en Eurovisión de 1988 con ‘Made In Spain’-. En los últimos años, Subiza se ha centrado en el teatro, como actor, escritor y director. Antes que Blanca Cañas dirigió a un grupo de Madrid.

Las dos obras y un monólogo que se mostraron sobre el escenario de Los Llanos el pasado 19 de junio las escribió, precisamente, el propio director. “Están hechas para el grupo, cada papel está escrito para cada una de ellas, papeles antagónicos que les ayudan a aprender, a avanzar en el mundo del teatro y a enfrentarse al público”, explica Subiza. El grupo de ‘Las mujeres de Celia’ interpretó al día siguiente la obra en Pamplona. La valoración es muy positiva, como explica el director. “Las actuaciones salieron muy bien y la crítica del público fue buena. La gente se sorprendió y es de lo que se trata”.

El tema de la igualdad continúa siendo una constante en la filosofía del grupo; de hecho, la obra ‘Las mujeres de Celia’ mostraba las distintas psicologías de diferentes tipos de mujeres, desde amas de casa hasta inmigrantes, pasando por macarras o trastornadas. “La mujer se muestra como un ser humano indestructible y solidario”, añadía el director en referencia al drama de la primera obra. La segunda, de corta duración como la primera, cambiaba completamente de tercio y trasladaba a las actrices y al público al campo de la ciencia ficción.

Dos horas a la semana, también fines de semana previos al estreno, es el tiempo que durante el curso han dedicado las cerca de 40 integrantes del Taller Blanca Cañas. En el hospital viejo, ensayo a ensayo, clase a clase, las actrices perfeccionaban la técnica y se metían cada vez más en el papel.

Para el próximo curso, las pretensiones del director del taller son más amplias. Con un interés que supera ya el de los cien alumnos, plantea clases de teatro para todos los públicos. “Blanca Cañas está adquiriendo otro nivel. Sin perder la esencia de taller humilde, queremos ofrecer formación en artes escénicas y construir algo más grande”, añade Subiza.

Terminado el curso oficial, durante el verano, el taller de teatro Blanca Cañas cobra fuerza para regresar en septiembre con nuevas historias que ensayar y que contar al público.