Arróniz inauguró oficialmente una campaña récord de aceite

Desde primera hora de la mañana, Arróniz fue un pueblo distinto. Se preparaba para acoger la cita más multitudinaria del año en la localidad, que recibe a miles de visitantes. El trujal y el Ayuntamiento serían escenario de la parte más institucional de la mañana mientras que el exterior y las calles aledañas comenzaban a acoger los puestos de la feria de artesanía. Las piezas de cereal más próximas esperaban la llegada de los vehículos visitantes en una mañana fría, con nieve en los puntos altos de la Merindad, que disuadió a muchos foráneos.

A las diez de la mañana, comenzaba el reparto de tostadas en las instalaciones del trujal y era una hora después cuando el Ayuntamiento recibía a autoridades e invitados, antes de su desplazamiento, en comitiva, hasta el trujal. Mientras que la degustación se celebraba en la parte trasera, en el salón de actos del trujal el alcalde, Ángel Moleón, daba la bienvenida a los asistentes y el vice prior de la orden, Pedro Lozano Bartolozzi, introducía al pregonero de este año, el estellés Joaquín Ansorena Casaus, hombre de industria, escritor, columnista y defensor de su tierra.

Precisamente en su pregón, Ansorena realizó una gran defensa de la tierra y del pueblo de Arróniz, del que dijo “sabe a aceite, a amistad y a trabajo” y manifestó sentirse muy honrado por ser pregonero. Durante trece minutos Ansorena disertó sobre las bondades de la fiesta, declarada el pasado año de Interés Turístico de Navarra, y realizó un recorrido histórico con hechos y anécdotas, la mayoría relacionadas con la localidad y sus gentes.

El discurso introductorio dio paso a otro de los momentos importantes de la mañana: la formalización del hermanamiento y de la colaboración cultural entre Arróniz y el municipio de la provincia de Gerona, Palafrugell, con un intercambio de obsequios y un discurso de agradecimiento de su teniente de alcalde, presente en la mesa, Albert Gómez Casas. La cita siguió con el nombramiento de los Caballeros y Damas de Mérito y de Honor del tercer capítulo de la Orden de la Oliva. El Gran Prior Jesús Mª Astrain nombró a los elegidos este año.

En cuanto a los de Mérito, la Orden reconoció como restaurante de Calidad al Restaurante Borgia, de Viana, representado por Aurora Cariñanos. Se nombró Entidades de Honor de la Orden al Club Deportivo Zarramonza, en la persona de Enrique Arana, el presidente, con motivo de su 50 aniversario; al Club Deportivo Xota, de fútbol sala, con equipo en categoría Elite, Joaquín Lázcoz acudió en representación; y a la Academia Vasca de Gastronomía, en la persona de la presidenta, Mª del Mar Churruca.

Además, se nombró caballeros y damas de Honor de la Orden al pregonero Joaquín Ansorena; a la catedrática en Farmacias de la UPNA, María José Beriáin Apesteguía; al Catedrático de Estudios Norteamericanos en la Universidad de Alcalá de Henares y profesor en la Universidad de Harvard José Antonio Gurpegui Palacios; al escultor y pintor estellés Carlos Ciriza Vega; al también estellés, escritor de libros de historia y poesía, Jesús Javier Corpas Mauleón; al ingeniero agrónomo y profesor en la Escuela de Peritos de Villava y de la UPNA Julio Muro Erreguerena, y la presidenta de la Academia Vasca de Gastronomía, María del Mar Churruca Barrie.

El protocolo siguió con la degustación de tostadas y una cata de aceite conjunta, dirigida por el Gran Maestre y presidente del trujal Mendía, Pedro Luis González, la lectura del juramento, la imposición de Medallas y la entrega de diplomas conmemorativos, así como de los Olivos de Plata, símbolo de la Orden, a los representantes de las Entidades de Honor.

Jesús Mari Astrain se encargó de dar el espaldarazo a los caballeros y damas con la vara de avellano. Cerraban un acto, cuajado por las piezas del Coro de Voces Graves de Pamplona, la consejera de Relaciones Internacionales y portavoz del Gobierno de Navarra, Ana Ollo Hualde, y el alcalde de Arróniz.

Mientras tanto, en la trasera del trujal, vecinos y visitantes degustaban las tostadas que prepararon los voluntarios, visitaban los puestos de artesanía o compraban aceite de Arróniz.